Imagen es el reflejo virtual de la realidad, la luz constituye la parte esencial de todas las cosas que pasan a través de nuestros ojos y se transforman en un concepto de formas.
"Escribir con luz" va más allá del hecho simple de imprimir en un trozo de papel una imagen cualquiera que sea, siempre que se vea desde un punto de vista artístico, implica además una inmensa creatividad que pueda quedarse dentro del aprecio humano, es decir, el gráfico de luz necesita transmitir, en cada sentido, un aire en que se respire la armonía, sentido y armonía en espacio y tiempo.
Desde el descubrimiento de los haluros de plata se ha buscado conservar imágenes de infinidad de cosas, y es el retrato el que seguramente ha quedado más en fotografías.
La fotografía permite dar un paso adelante o atrás del tiempo, vivir momentos únicos, es como el amanecer y el atardecer, un solo instante nada más.
Los haluros de plata han sido convertidos en plata metálica negra por acción química, es ésta plata negra la que forma la imagen que la vista traduce en espacios de luz y sombra, la sombra es la plata expuesta al poder oxidativo de la luz.
La plata metálica así obtenida puede ser sustituida por colorantes orgánicos, como la fotografía a color; o con diversos metales como el cobre, oro, mercurio, uranio o simple hierro cuando viramos una foto B/N al azul, o como en el caso de potasio en imágenes sepia. Se puede cambiar solo una parte de la fotografía a otro color, o combinar estos con la adecuada técnica.
En el laboratorio existen muchas técnicas de "efectos especiales" como el efecto "Sabattier", donde se altera el tiempo de revelado, y a la mitad de éste se reexpone la fotografía a un "baño de luz" y se completa el revelado obteniendo una imagen parcialmente negativa y parcialmente positiva delimitada por una línea blanca que se forma por la alta concentración de iones de bromuro de plata entre las zonas de transición del blanco y negro donde no actúa el revelador.
Fot. Sendey CR
